16.5.11

Marchándo otra de Hockney

 
                     
                                                Study of Water, 1976 crayon on paper, 18x19 5/8 in.
   












Retorno a David Hockney, siempre vuelvo a el. Su obra es como un imán para mi. Cuanto más descubro, más me apasiona, nunca me decepciona.

En esta ocasión me detengo ante su "Estudio del Agua" dibujado en lápiz sobre papel y lo más relevante para mi, en 1976, el año de mi nacimiento.

El tratamiento que le da al agua es fascinante, delicado pero con carácter y fuerza. Es curioso que siendo perezoso y descuidado, Hockney realize obras tan cuidadas y elaboradas sobre el movimiento del agua, la claridad de las piscinas o el reflejo del fondo en la superficie. Su inclinación y pasión por las piscinas tiene una explicación: "mientras sobrevolaba San Bernardino y miraba hacia abajo, veía piscinas, casas y el sol. Esto me producía gran excitación, me insipiraba glamour y adoro este sentimiento".  

El glamour es la clave para entender la obra de Hockney. Para el, tener una piscina en casa, simboliza el glamour y el contraste total con todo un entorno en su Inglaterra natal. 

Hockney declaró en una ocasión que "el agua en las piscinas cambia su aspecto más que cualquier otra forma....su color puede ser manipulado por el hombre y sus ritmos danzantes reflejan no solo el cielo, sino también,  por su transparencia, la profundidad del agua. Si la superficie del agua está quieta y hay sol intenso, las líneas danzantes con los colores del espectro aparecen en cualquier lugar" .